La ola del Coronavirus no podría haber llegado en un momento más inoportuno tanto para nuestro país como para la vitivinicultura.

 

Chile ya se había visto significativamente afectado desde el estallido social con disturbios y protestas desde octubre de 2019. La llegada del Covid-19 sumó  un toque de queda a partir del 18 de marzo en adelante y bloqueo en ciertas ciudades y las zonas más pobladas.

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Sin embargo, y afortunadamente Viña Umpel y su zona tuvo menos restricciones logrando continuar con su cosecha en tiempo y forma; sumado a que la cosecha llegó justo a tiempo este año.

 

Se cosecharon  4500 kilos de cepa país y cerca de 400 kilos de la nueva cepa Carignan que ya se encuentran en su primera etapa del proceso. Ciertamente  una cosecha que nadie olvidará jamás.

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El mayor impacto ha estado en su comercialización in situ, pero la  adaptación de Viña Umpel  a los cambios y las necesidades del mercado fue de inmediato;  trasladándose a los canales digitales  y los contenidos multimedia; hoy esenciales para llegar al consumidor. Con ello, Umpel  ha logrado consolidar  sus redes, la comunicación y  la entrega a domicilio al consumidor

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